lunes, 11 de abril de 2011

La Prevención y Reducción del Riesgo desde las Aulas

La educación es la clave del desarrollo. Es la vía que nos permite a nosotros los educadores, a ayudar en la transformación de la sociedad. Y es desde ese cambio, que hoy quiero referirme a la cultura de la prevención que podemos desarrollar desde las aulas, para reducir los riesgos a los que estamos expuestos todos, como miembros de la comunidad educativa.
Empezaremos por aclarar conceptos. 

Peligro: es la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno natural o antrópico, potencialmente dañino y que puede ocurrir en una zona específica y para un período o cierto lapso de tiempo.
Significa pues, que este peligro es de origen natural como el caso de las lluvias o sismos; provocado por el hombre (antrópico) en el caso de las epidemias, contaminación, fugas de materiales peligrosos; o bien, una combinación de ambas o socionatural como es el caso de las inundaciones y deslizamientos.

Vulnerabilidad: es el grado de resistencia y/o exposición de un elemento o conjunto de elementos frente a la ocurrencia de un peligro.
Cuando hablamos de elementos expuestos, pueden ser las personas, familias, comunidades, sociedades o recursos que se exponen a esos peligros.
De modo general, vulnerabilidad debe entenderse como la carencia de recursos y capacidades de todo tipo, para hacer frente a las amenazas o  peligros de desastres.

Riesgo: es la estimación matemática probable de:
- Pérdida de vidas humanas
- Daños a los bienes materiales
- Daño a la propiedad
- Daño a la economía y al ambiente
para un período específico y en un área conocida. Está en función del peligro y la vulnerabilidad.

En nuestro caso y dentro de nuestra realidad laboral, tenemos, a decir de Gustavo Wilches -Chaux (1989) una vulnerabilidad educativa porque hay ausencia o inadecuada orientación de programas y acciones educativas que informen y formen capacidades en la población para participar como ciudadanos y relacionarse adecuadamente con el ambiente. Además se refiere al grado de preparación que recibe la población sobre formas de un comportamiento adecuado a nivel individual, familiar y comunitario en caso de amenaza u ocurrencia de situaciones de desastre.

Es reconocida la labor que realiza el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) con sus diversas campañas que desarrolla durante todo el año, sin embargo comprobamos en los hechos, que no tenemos una adecuada cultura de prevención. No basta con participar de los Simulacros Nacionales que debemos realizar en nuestras instituciones educativas. Es la comunidad en general, que debe comprometerse con participar de este tipo de acciones para que poco a poco vayamos interiorizando conocimientos, actitudes sobre valores, normas, principios de seguridad o prevención, luego incorporarlos en nuestro quehacer cotidiano para luego en una eventualidad, mostrar una respuesta adecuada en caso de emergencias o desastres.
Entonces, a nivel de institución educativa, debemos incorporar estas actividades, conocimientos, estrategias, desde los documentos de gestión como el PEI, PCI, de tal modo que en el proceso de diversificación curricular, seamos los maestros, quienes desarrollemos capacidades relacionadas con la prevención, en nuestras sesiones de aprendizaje.

Se trata de un reto que no es difícil realizar. Con nuestro compromiso y deseo de apostar por nuestra niñez y juventudes, sin duda, lograremos avanzar en este importante camino hacia una Cultura de Prevención.

                                        Simulacro en la I.E. Elvira García y García - Chiclayo

No hay comentarios:

Publicar un comentario